85.Los tejidos y el Home Staging
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar (Duración: 7:13 — 6.0MB)
Presentación:
Como quien no quiere la cosa… crecemos, maduramos, evolucionamos, sufrimos cambios en nuestras vidas…
Y mientras tanto, al final del día, llegamos a nuestro hogar, aquel que se debe ir transformando y adaptando a cada una de nuestras etapas, para que nos haga de refugio, en todo momento.
Pero a veces, las situaciones nos sobrepasan, el corre corre, la falta de tiempo, de ideas, de visión global o de detalle. Y nuestra vivienda se va alejando, poco a poco, de nuestras necesidades, de nuestras inquietudes, de nosotros mismos.
Introducción:
En el podcast de Home Staging – marketing inmobiliario, se analizan todos aquellos ingredientes que bien combinados, contribuyen en la venta o alquiler de un hogar, de una forma más eficaz
Los tejidos y el Home Staging.
Hoy quiero hablarte de vestir literalmente la venta de tu vivienda.
Por cierto, y antes de empezar quiero recordarte que en el capítulo 61, un Home fresquito de verano, te hablaba también de textiles.
Aquel día más a modo práctico.
Aquí, más con los sentidos:
Vamos a arropar al comprador y que me mejor forma de hacerlo que con las telas que puedes incluir en el lugar que quieres vender.
Imagina un día de frío y lluvia: ¿qué toca?
Peli, sofá y manta.
¿Verdad que solo con mencionarlo ya notas el calor y el tacto del tejido sobre tu cuerpo?
Es en esos momentos en los que nos gusta imaginar y que incluso conectan de forma rápida con las sensaciones.
Como cuando piensas en tu helado favorito y se te hace la boca agua.
¿Y qué me dices si te hablo de un buen nórdico y un libro?
Aquí te añado los rayos de sol incidiendo por la ventana y rebotando en la pared.
Un maravilloso domingo por la mañana, el cual tienes todo para ti.
Leyendo sin parar esa novela policiaca que te tiene atrapado.
Ah ¿qué tienes hijos?
No te preocupes, recuerda que ayer se fueron a casa de tu hermana a dormir.
No por nada, sino porque de vez en cuando nos gusta tener la casa para nosotros solos.
Piensa en una funda nórdica de tejidos naturales y colores suaves que abrazan esa lectura de la que no quieres salir.
Esos grandes cojines que tienes tras tu espalda hacen más mullida tu posición y el olor a limpio, como recién estrenado, no te deja indiferente.
Por si fuera poco, tienes un plaid a tus pies, que sigue arropándote.
Cómo te gustan esas camas que te aprisionan de una forma elegante.
El peso de los tejidos te recuerda lo maravilloso que es el frío, porque tienes la excusa perfecta para añadir capas y más capas.
Vamos que duermes en una cama de esas que aparecen en las portadas de las revistas de decoración.
Vale, ahora quieres sol y calor.
Una suave sábana te acaricia a esas horas de nuevos domingos, ahora ya con mucha luz y brillo.
El libro es otro, porque no puedes parar.
Cuando te sientes a gusto en tu hogar, los placeres de la vida son los más sencillos.
Encontraste una lectura de esas que no pesan, las típicas de playa y piscina, pero esta vez la sigues desde tu hogar.
Por cierto:
Te has molestado en cambiar las fundas del sofá.
Ahora son telas frescas que te regalan suavidad y cero calor. No se pegan y por supuesto, no pican.
¿Y qué me dices de una ducha fría después de esa exposición de calor en un largo día de trabajo?
Imagina que estrenas toallas, suaves y con colores vivos que te regalan alegría.
Porque los colores son luz y son salud.
Pequeñas pinceladas, por eso, para no cansarte.
Ahora ya es viernes:
Esta noche vienen amigos a casa.
Por fin podemos reunirnos.
Sacas la mantelería que viste tu mesa y esas bonitas servilletas que te molestas en colocar de una forma divertida.
Como te gusta preparar una buena mesa, vamos que eres el rey de los anfitriones.
No por nada, te gusta que los que vengan se sientan como en su propia casa.
Además, eres de los de antes, de los de toda la vida.
Con una bolsa de pan de tela, pero esta no tiene treinta años.
Esta tiene un toque nuevo, pero con un diseño que cuida su historia, un bonito estilo vintage que se adapta al año en el que estamos.
Las has dejado sobre la encimera de una manera casual y te gusta cómo te mira.
Y qué me dices de los mal nombrados trapos de cocina.
Los elegiste con mero cuidado y te gusta usarlos mientras trajinas entre fogones.
Si es que todas las telas de casa hacen que ella misma no se sienta desnuda.
Tienes perchas de pie y alguna prenda sobre ellas, a la vista, con tonalidades que acompañan, de forma curiosa los demás colores de tu estancia.
Las alfombras protegen los pavimentos de tu inmueble y también tus descalzos pies.
Son como andar sobre el césped. ¿A quién no le gusta sentir algo así?
Y las cortinas cuidan las entradas de luz natural y las salidas de la artificial.
No hay duda de que, sin ellas, tus ventanas y tus puertas al exterior se sienten desprotegidas.
Ahora asomas a la terraza, ya has preparado un bonito desayuno, tienes diez minutos para relajarte en aquella tumbona donde sus telas te hacen de respaldo y se adaptan a tu curva.
Espera, que el cojín te acaba de regalar la posición definitiva.
Está claro que no necesitas mucho más.
Porque todas esas situaciones son las que llenan tus días.
Ahora bien ¿Qué te parece si todas esas percepciones se las regalamos a tu posible comprador?
Si tejes así tu venta, estarás tejiendo un futuro hogar.
Cuando las visitas lleguen y observen todas esas telas, vistiendo su casi nuevo inmueble podrán empezar a recrear todas esas escenas en su mente.
Y no tendrá por qué ser sólo parte de su imaginación.
Será un primer bocado de lo que sucederá después, una vez reserven su nueva propiedad.
Se el mejor anfitrión y dales lo que necesitan para sentirse como en casa.
Y como quien no quiere la cosa, hasta aquí el programa de hoy . Así que nos seguimos encontrando cada viernes, si vosotros lo deseáis, en este nuestro lugar.
Y si queréis aclarar cualquier duda o conocer mis servicios, podéis hacerlo en comoquiennoquierelacasa.com/contactar
Para gente sensible con los detalles y previsión de bienestar.
*Música de dig.ccmixter.org